En este clásico piso del Eixample de Barcelona, la intervención más importante fue la redistribución de las zonas de noche y de día, haciendo de la de día el núcleo de la vivienda. El salón, cocina y comedor son ahora espacios diferenciados pero perfectamente conectados, ¡ideal para un propietario al que le encanta organizar cenas y veladas! En esta área recuperamos los techos de bóveda catalana y una zona de suelos hidráulicos, dos elementos clásicos de la arquitectura del Eixample que le otorgan personalidad.