Luca

Los propietarios, una pareja con un niño pequeño, se mudaron a Barcelona por trabajo, y decidieron comprar una vivienda para hacerla a su gusto. Querían huir del tópico de las cocinas blancas y la cerámica tradicional en los baños, y también era muy importante para ellos crear un espacio central de conexión en familia, que además compartirían con familiares y amigos -¡se esperaban muchas visitas!-. 

La cocina, un punto más de la vida sociable, se hizo en forma de U, dejando una espaciosa barra para desayunar, trabajar, hacer los deberes, y con seguridad también charlar con un vino de la vinoteca ;) Pero lo más interesante es que es una cocina con cuatro posiciones gracias a la versatilidad de los paneles correderos. Cuatro experiencias visuales y prácticas que permiten adaptar el espacio según las necesidades del momento. ¿No es ideal? 

La paleta de color es en tonos antracita, con muebles lisos y minimalistas, y los ‘sobres’ en Neolith, una piedra sinterizada que nos tiene fascinados por su resistencia y durabilidad. A prueba de manchas, sol, calor y rallados, un material ‘para toda la vida’ que se consigue emulando el proceso natural de formación de la piedra. 

En los baños, paredes y suelos están vestidos de microcemento, combinados con composiciones de baldosas en tonos azules que recuerdan a la típica cerámica de Barcelona, pero con un aire más contemporáneo y mediterráneo. Las del baño principal son un diseño de formas geométricas de la casa Marazzi, referente en el sector cerámico internacional.

Programa

Residencial

Año

2023

Superficie

90 m²

Cliente

Privado

Localización

Barcelona

Fotografía

Juan Serlo


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